jueves, 3 de junio de 2021

Neyba Informativo

CRISTOBAL: Denuncian agresión de que fue víctima una joven de mano de su ex pareja.

 



POR Deivy Pérez, 
CRISTOBAL: Una joven oriunda del municipio de Cristóbal, denunció la agresión de que fue víctima, presuntamente  de manos de su ex pareja, de nombre Álvaro Peña Plata.

Según denuncias de la señora Anita Cuevas, denunció que el nombrado  Álvaro Peña Plata, se ha constituido en un verdugo para la joven Laureana Rodríguez,  quien ha sido víctima de múltiples maltratos físico y emocional y hace una semana propinó una golpiza que mantiene a su hija casi inmóvil, tras los golpes que le afectaron la columna vertebral..

La joven, dijo, teme ser una víctima más de la violencia machista y llamò al General de Brigada, Ludwing Miguel Suardi Correa, a instruir para que la policía haga su trabajo, ya que a pesar de la golpiza que recibió, su verdugo anda por las calles como si nada y dijo temer por su vida ella y su madre.

Hace un llamado al Procurador Fiscal de Independencia, Magistrado Sony Adriano Rosario José  a  tomar carta en el asunto y a detener al agresor

La señora  Anita Cuevas, Madre de la joven,  entre el llanto y la impotencia, dijo que el agresor (Peña Plata) penetró a su casa de manera violenta con los fines de matarla a ella y su hija, quien producto de los golpes recibidos tiene la columna rota o desviada  de la golpiza que le propino y esta desde entonces, que le impide caminar.

“Yo le pido a las autoridades que hagan justicia, no tengo donde alojarme, soy huérfana de padre y madre y ahora mi hija que es la que me da recurso, la tengo invalida, porque ese patán nos fue a matar a la casa” dice la madre con rostro de impotencia, a la vez que pide al General Correa y a las autoridades judiciales de independencia, se haga justicia en este caso.

A pesar de que hace una semana se produjo  la agresión, la madre, con rostro de desesperación, dijo que nadie a hecho nada por detener al agresor, de  quien  dijo, amenaza con matarla, razón por la que se ha visto en la obligación de abandonar su vivienda y resguardarse en una casa de acogida pasando de todo, según sus palabras.