Tomado del Listin Diario:
Por Wanda Méndez
Debajo de una carpa blanca, frente a su residencia de la calle General Reyes número 61, en Neyba, doña Inda festejó sus 100 años de vida.
Un tramo de la calle General Reyes se mantuvo cerrado para celebrar el centenario de Meregilda Herasme Méndez, mejor conocida como Inda.
Rodeada de globos, bizcocho y golosinas, se mantuvo muy alegre, recibiendo los saludos y felicitaciones de sus familiares, amistades y vecinos.
“Los 100 años de mamá Inda”, se leía en un cartel detrás de ella.
El primero de enero, fecha de su natalicio, Inda se pasó toda la tarde sentada debajo de la carpa, con su bastoncito al lado, ya que tiene dificultades para caminar. La dolencia en las rodillas y la muerte de dos hijas es de lo único que se lamenta.
Vistió de falda negra y una elegante blusa amarilla, la que pidió le compraran para ponerse ese día.
La gente acudía al agasajo pero permanecía por poco tiempo, lo que evitó las aglomeraciones, previniendo contagios por el virus de Covid-19 que ha afectado a muchos neiberos.
Mamá Inda, como le dicen sus parientes, siempre tuvo puesta su mascarilla, apenas se la quitaba por segundos para algunas fotos.
“Me siento muy bien porque tengo gente que hacía tiempo que no las veía y además de las familias que vinieron algunos de la capital y toda la familia ha estado yendo y viniendo”, comentó al inicio de la conversación, en la que mostró buen estado de ánimo y lucidez.
Aunque no puede caminar por los problemas de las rodillas, se siente satisfecha porque su gente está bien.
Con orgullo, afirma que “a mí no se me olvida nada”.
“Todo lo viejo me lo sé. A mí me celebraron los 12 años en la escuela y yo me recuerdo hasta de los cantos. Yo en la escuela era la ayudante de la profesora porque tenía muchos estudiantes”, señaló.
Recuerda que a su papá lo mandaron a buscar preso porque no la mandaba a la escuela. Pero solo llegó al tercer curso porque hasta ese nivel era que se impartía la docencia en la escuela de El Estero.
Mujer de bien
Realizó trabajos en la zona cafetalera ubicada en la parte alta de Neyba, junto a su marido.
Cuenta que vendía mercancías en la casa, entre ellos café y que en las fincas hasta desyerbaba.
“Y la casa llenita de muchachos, por eso es que me quieren tanto”, contó.
¿Por qué ha llegado a 100 años? “ por lo que he hecho en la vida, por los bienes que he hecho”.
“Yo a los niños y a todo el mundo le hago bien. Yo ensalmo a los niños de todo, de mal de ojo, de bruja, ensalmo por teléfono. Y por las noches rezo”, expresó.
“Una vecina que está en Nueva York me mandó tres mil pesos para que le ensalmara a sus hijos”.
El mismo día de su cumpleaños le llevaron niños para que los ensalmara. Aunque no estaba dando servicio ese día, en un momento se le vio poner la mano en la espalda a un bebé que estaba llorando y rezarle oraciones, con lo cual calmó su llanto.
En la celebración hubo mucha comida, incluyendo el arroz con leche para los niños.
Su mayor deseo es estar bien, tranquila, atendiendo a sus muchachos y que a todos les vaya bien. Parientes y amistades recordaron que en la casa de Inda y su esposo Andrés Herasme Santana (Blanco Don) siempre había mucha comida y muchos muchachos.
Oriunda de la sección El Estero, Neyba, tuvo seis hijos biológicos (dos fallecieron) y 13 adoptivos, hijos de parientes tanto de ella como de su esposo Blanco Don, de quien la separó la muerte.
“Después de grande, ya con hijos se me murieron dos, Blanquita y Ana, nada me afectó tanto como eso”, lamentó. Afirma tener 11 nietos
“A nosotros nos criaron con educación y con confianza con los hermanos de padre, que parecíamos de padre y madre”, resaltó.
CRONO
Natalicio
Meregilda Herasme Méndez nació el primero de enero de 1922, en El Estero, Neyba, en la región Sur de la República Dominicana.
Descendencia
Procreó seis hijos con Andrés Santana Herasme (Fallecido) y crió otros 13, de parientes de ella y de su esposo.