Para el doctor Nelson Rodríguez Monegro, ex director del Servicio Nacional de Salud (SNS), la denuncia hecha por su actual incumbente, doctor Mario Lama de “enramados” o “negocios” dentro y alrededor de los hospitales, es una realidad que viene desde hace muchísimos años contra la cual luchó y no pudo erradicar.
“El doctor Mario Lama tiene mucha razón y me apena que todavía no hemos avanzado sobre eso, a pesar de que nosotros luchamos mucho por erradicar esa práctica, empoderé personas para investigar casos específicos, pero no se llegaba a nada concreto, porque hay un entramado de complicidades enorme en eso y esa es la realidad”, señaló el ex director del SNS, puesto al que renunció en el 2018.
En opinión Rodríguez Monegro la forma de combatir esos conflictos de intereses es que los hospitales cuenten con todos equipos y los servicios en las mejores condiciones y que haya un rigor, porque no se puede tener trabajando en el hospital a personas que tienen establecimientos de salud que compitan con el centro público.
También, ve imprescindible aumentar el rigor de supervisión y vigilancia para detectar ese tipo de conflictos de intereses.
El origen de todo
Al referirse al origen de esa vieja práctica, el ex funcionario, quien ha ocupado diferentes funciones en el campo sanitario estatal del país, explica que surgió como consecuencia de la precariedad de muchos hospitales en términos de laboratorio, banco de sangre, deficiencias en equipos de rayos equis y sonografías, entre otros, dando pie a que empezaran a proliferar una serie de servicios privados en los entornos de los hospitales.
De ahí, agregó, que se va a encontrar laboratorios, bancos de sangre, centros de sonografía y otros métodos diagnósticos que surgen como alternativas a las deficiencias de los hospitales. Qué pasa, se preguntó, y respondió que muchos de esos negocios tienen vínculos con personas que trabajan en los hospitales y ahí es que comienza el conflicto de interés.
Un caso que no olvida
Recordó que cuando dirigió el hospital Toribio Bencosme, de Moca, se encontró con un médico que todos los análisis clínicos que les hacía a los pacientes que iban al hospital los enviaba a un laboratorio privado, a pesar de que el laboratorio del hospital estaba en mejores condiciones.
Dijo que como detectó eso, llevó al médico a conocer bien el laboratorio del hospital y posteriormente fueron juntos a hacer una visita al laboratorio clínico privado en cuestión, y al final le preguntó al facultativo cuál de los dos tenía mejor centro de bioanálisis, y ante su respuesta de que era el centro público, le hizo la pregunta de las razones por las que refería los pacientes.
El ex director del SNS señaló que la razón de esos referimientos era que ese centro privado le daba un 30% de los pagos por servicios que hacían los pacientes que el médico le remitía.
Señaló que se han dado casos también de que un personal deja caer una de las piezas del sonógrafo para que se dañe. “Hay 10 mil formas de cómo afectar y dañar un equipo, lo que gravita sobre esos hospitales”, señaló.
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Una gran lucha
Dijo que en su momento, cuando ocupó la dirección del SNS, tuvo una gran lucha por frenar esas prácticas y que incluso cuando licitaba un equipo, licitaba también el servicio para que quien la ganara asegurara la capacitación del recurso humano sobre la utilización del mismo y también asegurar el mantenimiento de esos equipos.
Explicó que a veces se encuentran equipos muy sofisticados en hospitales que se dañan porque no se usan, porque no saben usarlos, y se debe asegurar la capacitación del recurso humano y el tratamiento preventivo para ser reparados en caso de dañarse.
Recordó que en tiempos muy remotos se podían encontrar clínicas privadas que estaban equipados con los insumos del hospital, incluyendo el instrumental quirúrgico, sobre el cual, dijo, siempre hay que estar muy vigilante porque hay pinzas muy costosas que pueden desaparecer y recordó casos donde se perdieron equipos completos.