POR DEIVY PEREZ
JIMANI.- Comerciantes organizados del Mercado Binacional del municipio de Jimani, provincia Independencia, denunciaron que el Director del Cuerpo Especializado De Seguridad Fronteriza (Cesfront) general Frank Mauricio Cabrera Rizek, se ha convertido en un verdugo para hombres y mujeres que sostienen la economía de la zona, a través del comercio en el mercado Binacional.
Al quejarse de la situación en que se encuentra el mercado binacional, producto de los constantes atropellos del jefe del Cesfront, denunciaron, que recientemente, este incurre constantemente en la violación a la propiedad privada, pone retrancas con la militarización de la puerta Binacional obstaculizando el comercio y creando desasosiego en el área del mercado sin razón alguna.
Uno de esos casos de abuso de parte del alto jefe militar, lo constituye la acción contra el empresario Saulin Báez Santana, a quien denunciaron cerró con candados su negocio, generándole perdidas.
Otra denuncia de abuzo y maltrato al sector comercial, se generò, cuando Rizek , alegadamente secuestró un camión a cargado de varillas hace dos meses, más un cargamento de 380 platos a Geral, directivo del sindicato de comerciantes de Haití, quien también a denunciado sobre los desmanes del jefe del Cesfront.
Dijeron, que no es una acción del CESFRONT como tal, sino una aptitud que de manera personal el oficial a tomado contra los comerciantes, porque otros que han comandado el organismo de protección a la frontera han cumplido con su papel de protección a la frontera, a la vez que califican, Rizek, su tarea es ensañarse contra los comerciante, que actúan apegados a la ley.
“Todos los generales que han venido aquí, no vienen a cambiar las reglas del mercado, el único que viene e impone su ley sin tomar en cuenta a los comerciantes es el general Rizek, creando desasosiego en el mercado binacional” destacan los comerciantes.
El sector comercial de la frontera Sur pide encarecidamente la destitución de Rizek, a quien acusan de mantener un peaje que ha llevado a la quiebra a los comerciantes serios de Jimani, donde además de las arbitrariedades, los abusos constantes mantiene un estado de zozobra y acusan de mantener una fiscalía aparte donde solo impera su ley.