martes, 27 de agosto de 2024

Neyba Informativo

En Monte Grande dicen del Indrhi: “Solo saben hacer reuniones para hacer promesas y mareos”

 


 Hato Nuevo.- Los campesinos desalojados para construir la presa de Monte Grande recibieron una promesa sobre el pago de los daños provocados a sus sembrados por la inundación provocada por el desborde del vaso de la obra, pero no creen las palabras de los funcionarios.

Los afectados realizaron una reunión en la comunidad de Hato Nuevo, perteneciente a Azua, donde expresaron sus quejas por el trato descortés que atribuyen a los funcionarios del Instituto de Recursos Hidráulicos (Indrhi) por el retraso en el cumplimento reiterado de promesas.

El agrónomo Manuel Pérez, en el momento en el cual los campesinos expresaban sus decepciones llamó por teléfono a Carlos Javier, director del Proyecto Múltiple Monte Grande, para canalizar el sentir de los residentes en el entorno de la obra.

Cero mareos

Pérez también dio cuenta del reclamo sobre el pago por los daños provocados por el desborde del vaso de la aun en construcción presal, que provocó inundación en cultivos plantados en alrededor de 1,645 tareas.

Javier, según el dirigente de los campesinos, prometió saldar la deuda “y que posiblemente se realice una reunión en Monte Grande para tratar sobre las problemáticas”.

La mayoría de los participantes expresaron que no creen en el  Indrhi, dijo Pérez. “Prometen mucho y cumplen poco”.

Solo saben hacer reuniones para hacer  promesas y mareos, insistieron los campesinos.

Que hable Caba

Los campesinos, según Pérez, acordaron viajar a Santo Domingo para que sea el propio Director del indrhi, Olmedo Caba, quien de las respuestas.

Por tal motivo, el próximo día cuatro de septiembre de 2024  viajará una comisión amplia a las oficinas del Indrhi para recibir las respuestas de sus problemas.

Pérez comunicó que los campesinos coordinarán con los demás comités de Monte Grande, para que la acción del cuaro de septiembre sea masiva.

Una historia

Después de la reunión que sostuvieron el 24 de abril de 2024, “donde presentamos problemas” y las autoridades plantearon posibles soluciones, pero “nos han dejado plantados como en otras ocasiones.

“Ya se terminó el relajo con nosotros”, dijeron los campesinos en un coro desordenado.