“Expresa que al principio fue muy
tedioso, pero con los años entendió que el béisbol era un negocio; Cuando fue
negociado a Oakland se deprimió y tuvo que mandar a buscar a miembros de su
familia”
Tan rápido como en su
segunda campaña en las Mayores, Octavio Dotel comenzó a percibir ser negociado
a otro conjunto, sin nunca pensar que con el paso del tiempo estos movimientos
se convertirían en cotidianos durante su carrera.
Desde que en el 2004
culminó su quinta estación con Houston, esto se convirtió en un hecho más que
rutinario que en poco tiempo fue una especie de costumbre.
“Al principio fue un
proceso tedioso, pero después me acostumbre, ya conocía que los equipos con los
que firmaba no estaban en la pelea y ya pensaba que un movimiento vendría en
camino” , expresó Dotel.
Aunque si precisó que cuando los Astros lo negociaron a los Atléticos fue incómodo para él, me quería morir, salir de Houston para una ciudad de poca actividad como Oakland representaba un dolor de cabeza, pero poco a poco me fui acostumbrando”, agrega el futuro inmortal del deporte dominicano.
Desde ahí pasó lo que
fue el resto de su carrera. “ Desde ese entonces comencé a entender que el
béisbol era un gran negocio,
Su esposa Massiel era la
Era la responsable de empacar las maletas. Cuando llegaba siempre había una
lista de los lugares en que podía vivir, también cuando arribaba a los
camerinos hacia mi bulla, me comportaba tal como soy”, sostiene el pelotero que
pelotero que tuvo unos 610 compañeros.
Dotel jugó con equipos
de todas las divisiones. Lo negociaron en seis ocasiones y pactó como agente
libre otras seis veces. Estuvo en nueve lugares en campos de entrenamientos.
En algunos de sus
cambios, cuando estuvo con los Piratas se enteró por televisión que había sido
negociado a los Dodgers, nadie se lo había dicho y después con los Esquivadores
feu transferido a los Rockies, equipo al que precisamente enfrentaban. “Solo
tuve que recorrer el túnel y ya estaba en mi otro club.
Escuela de gimnasia
Observar a su hermana
Amarilis llevar cada día a sus dos hijas a la escuela de gimnasia Maiky Gym
despertó en Dotel el hambre de tener su propio recinto para formar y educar a
decenas de niñas en esta disciplina.
Cuando esto se producía, el expitcher tomó el riesgo y hoy el éxito le
sonríe, pues el recinto exhibe hoy una matriculación que supera las 600
jovencitas, quienes a diario se capacitan en lo que tiene por nombre OD Gym for
Kids, entidad que ocupa dos niveles dentro del mismo Colegio Sabiduría y
Baluarte.
Autor:
Pedro Briseño